Crea tu propio cuaderno de campo

 

Definición

 

El cuaderno de campo constituye una parte sustancial dentro de nuestra actividad como observador por diversas razones, por una parte cumple las veces de diario de observaciones ya que evita que numerosos objetos que hemos observado queden en el olvido. Sirve también como fuente de consulta rápida de datos, que pueden ser científicos si se trata de una ficha técnica o simplemente otras anotaciones de interés, como son, un listado de materiales y accesorios que nos serán útiles en nuestras salidas, teléfonos de agrupaciones, lugares de observación, poblaciones y un largo etcétera.

 

Pero lo más valioso de nuestro cuaderno siempre serán nuestros dibujos, y junto a ellos, sus caracteres visuales e impresiones personales. Esto, junto a las demás anotaciones formarán el eje principal de su cometido. Además, no debemos olvidar crear un registro no sólo de los objetos que hayamos visto, sino de los que pretendemos ver la próxima salida.

 

Modelos

 

Las dimensiones y el soporte de nuestro cuaderno de campo pueden variar según nuestras preferencias. Podemos optar por dos modelos principalmente. El primero consiste en usar fichas prediseñadas tamaño A-4 y encuadernadas con espiral o con anillas, para poder sacarlas o cambiarlas de sitio, sin olvidar plastificar las tapas, ya que pasarán muchas noches al raso y seguramente se mojarán. Los modelos de fichas deben ser a gusto personal, cómodas, donde el espacio quede perfectamente ordenado y su estructura pueda modificarse según nuestras necesidades, y que además podamos ampliarlo simplemente imprimiendo o fotocopiando el modelo original cuantas veces sean necesarias para añadirlas a nuestro cuaderno. Este modelo lo recomiendo para principiantes.

 

Otra opción o modelo puede ser un cuaderno cualquiera o un bloc de anillas tamaño A-5 o 15x20 cms aproximadamente. Estos son más cómodos y manejables, a diferencia del modelo anterior, el espacio empleado para la realización de las fichas de objetos se improvisa según las necesidades, como se explica más adelante. El aspecto visual es aparentemente menos ordenado que con las fichas prediseñadas, sin embargo el conjunto de apartados queda mejor integrado en la página consiguiéndose un aspecto general más dinámico y orgánico, donde la porción del espacio empleado es sólo el necesario para cada cosa, lo recomiendo para los más experimentados.

 

En cualquiera de los dos casos nunca debemos olvidarnos de que aparezcan los apartados que se citan más abajo.

 

Otro soporte muy importante que debemos llevar siempre con nosotros es una carpeta para dibujos de formato mediano y grande.

 

 

La ficha de objetos y sus apartados

 

El dibujo, los datos científicos, y su descripción morfológica deben ser el motivo principal de nuestro cuaderno de campo, y en ellos se deben reflejar todos los caracteres propios del tipo de objeto que estamos observando, así como las características que le confieren una identidad propia. Es importante que toda la información tenga unidad, y que se ofrezca siempre que sea posible dentro de un mismo espacio, por lo que habrá que administrarlo lo mejor posible.

 

Cualquier ficha que realicemos debe llevar los siguientes apartados:

• Símbolo.

• Nombre.

• Número según catálogo.

• Constelación.

• Ascensión recta y declinación

• Fecha, hora y lugar.

• Dibujo.

• Observación y morfología.

• Datos científicos.

• Equipo

 

 

 

Cuaderno de trabajo personal y el desarrollo de una ficha

 

 

Al principio usaba fichas prediseñadas, pero a veces me resultaban poco flexibles a las necesidades que se presentaban según el objeto. Finalmente opté por usar un bloc de anillas tamaño 15x20 cms para un fácil repaso de páginas, con tapas plastificadas. Muchas veces se complementa con dibujos en formatos diversos que me den mejores posibilidades o incluso un mosaico de formatos que pueden alcanzar hasta más de un metro de lado.

 

Primero comienzo dibujando el objeto, en alguna ocasión incluso antes que la propia circunferencia que sirve para enmarcar el campo de visión que nos ofrece nuestro ocular, de esta forma tengo mayor libertad para rectificar sobre la marcha el espacio destinado para el dibujo. Luego relleno el resto de la hoja con todos los datos de referencia.

 

Los símbolos y otros datos identificativos podemos representarlos después. La observación y la morfología se redacta observando de nuevo por el ocular atendiendo al dibujo y a los datos de referencia. Dibujo y textos se pueden realizar al mismo tiempo.

 

A menudo es necesario realizar un plano de localización con referencias, que nos será de mucha utilidad para posteriores visitas por la zona.

 

Las técnicas de dibujo que hayamos empleado no es necesario describirlas ya que las reconoceremos nada más ver nuestro dibujo, a menos que por algún motivo tengamos especial interés en describir su desarrollo.

 

Los datos técnicos podemos completarlos en casa tranquilamente si no disponemos de datos suficientes en nuestro lugar de trabajo. Además es bueno buscar en distintas fuentes para contrastar opiniones a través de libros, revistas, guías e Internet.

 

La manchita oscura que aparece en la parte superior de la página es un pequeño espacio que cumple la función de paleta o depósito de carboncillo o grafito y que usaremos para difumina.

 

Todo esto, junto con el escaneado, la inversión y el retoque de la imagen, hará que esta creativa y agradable actividad se prolongue en nuestra casa.

Otro ejemplo de diseño del cuaderno de campo, en la imagen NGC6543 Ojo de Gato y M27 Nebulosa Dumbell

 

Y esto es a fin de cuentas una ficha técnica completa de nuestro cuaderno de campo, donde lo que prima es el dibujo. Todo lo demás debe ir en torno a él. Con el tiempo será un placer repasar nuestro cuaderno de campo, y revivir nuestras noches de observación. Nuestro cuaderno junto con nuestro telescopio y el equipo, se convertirá en nuestro inseparable compañero de salidas.